Nosotros
somos algo así como los niños de los otros, seguramente por eso no nos
gusta que nos griten, porque los gritos nos hieren.
Nuestra
condición no se contagia, por eso no debéis tener miedo a tratarnos y
mirarnos como a personas. Vuestra mirada nos hiere. No necesitamos ser
escuchados por quien nos teme por ser quienes somos. Por eso no
entendemos vuestro menosprecio. Nosotros somos quienes somos y así que reímos, lloramos.
No entendemos porqué ensuciáis nuestras lágrimas con desaires.
Somos
muchachos y muchachas que ven la vida con esperanza y luchan cada día
por nacer de nuevo. No sabemos de qué somos culpables.
Queremos
construirnos.